martes, 29 de diciembre de 2009

Mis viajes

EL MILAGRO DE LULA CON BRASIL: Fue en el año 90 cuando pisé por primera vez Río de Janeiro. Acudía a presenciar la final de la Copa de América. Tuve la suerte de disfrutar de este acontecimiento al lado de dos figuras emblemáticas como Luis Suárez, seleccionador de España, y Alfredo Di Stefano que estaba haciendo un serial para Televisión Española. Mentiría si no hiciera referencia a las garotas. Las jóvenes brasileñas con cuerpo espectaculares y que levantan pasiones a todos los hombres en especial a los mediterraneos. Sin embargo, fue la primera vez que comprobé con mis ojos las terribles desigualdades que ha tenido que sufrir América del Sur. Meses antes ya el gobierno había tomado el país la decisión de cerrar una isla en la que se cometían las peores perversiones sexuales y que se utilizaban como reclamo turístico. Hasta cuando me encontraba alojado en uno de los hoteles de lujo de Copacabana, cuando venía la favela de la Rosiña no me extrañaba que en cualquier momento los pobres de estos barrios que vivían en ina idigencia se lanzase a la caza de los señoritos.

Las diferencias sociales eran abismales. Por eso el recurso de la prostitución era moneda de uso corriente. No es extraño la adoración que sienten ahora por si presidente Lula. Se ha apoyado en las ideas de izquierda y está lanzando el cambio de manera espectacular. Junto con China se están convirtiendo en el auténtico modelo para saber salir adelante en la crisis económica y a nadie le debe escandalizar que le hayan otorgado la organización del Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. El espectáculo para no perderse y grabar para siempre ver a los niños jugando al fútbol-voley en las playas de Copacabana. Hacen unas cosas con el balón que ni siquiera los galácticos europeos se lo han planteado. Es una raza especial y el fútbol lo llevan en la propia sangre. En este viaje pudo contemplar la final de la Copa de América al lado del maravilloso don Alfredo. Fueron noventa minutos de absorver como una esponja en las enésimas entrevistas que le hicieron. Brasil te queremos.

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