Tarjeta roja

LA CASA REAL SE EQUIVOCÓ CON MIGUEL DELIBES
Nunca se me olvidarán las numerosas emociones que me supo trasladar Miguel Delibes con la versión cinematográfica de Los Santos Inocentes. El "Milana Bonita" de un Paco Rabal magistral es para que el corazón de un vuelco. Nadie supo retratar de mejor manera la grandeza interior de personajes tan humildes y maravillosos como son la gente del campo. Una injusticia que este escritor nunca fuera Premio Nobel con los tostones que se han llevado el galardón. El último libro que tuve en mis manos del vallisoletano fue El hereje y que pareció otra radiofragía de los fanatismos relegiosos. Su muerte nos deja a todos un poco abandonados. Era un refugio al que podías acudir en los momentos de mayor stress de la vida de la ciudad. Un soplo de aire fresco.

No me ha gustado para nada el hecho de que nadie de la Casa Real y por supuesto tampoco Zapatero hayan estado en su entierro. Tampoco comparto que ahora todo el mundo se quiere subir al carro de atacar a la Monarquía. Es una institución que nunca he compartido. Siempre ha creido en la República y ni admito ni admitiré que con los destinos de las personas vengan marcados por la sangre que corre por sus venas. El Rey quedó en evidencia. No estuvo con Delibes, pero si con Fernando Alonso. Pero, como soy democrático comparto la decisión de los españoles, pero con límites hacia la Casa Real. Como sucede con Inglaterra, Bélgica o Suecia se les tenía que controlar el gasto que hacen por parte del Congreso de los Diputados y dejar bien claro cuales son sus funciones. El resto son salvas de artificio.