Tiempos pasados

NO ME GUSTAN LAS DECLARACIONES DE ALMÍBAR. AÑORO LOS TIEMPOS DE MENDOZA O GASPART
Desde hace tiempo se ha extendido en nuestro fútbol la mala costumbre de que los dirigentes o los artistas de los grandes partidos, saquen el manual de los tópicos a la hora de hablar de los partidos de la máxima rivalidad. Me aburren sobremanera y tampoco a los aficionados le provocan la máxima expectación. Citas como el Real Madrid y el Barça del sábado en tiempos no tan lejanos provocaban una semana de intensa actividad cuando ya fuera Mendoza, Gaspart o algunos de los protagonistas lanzaban pellizcos de monja que animaban el cotarro. El ir de smoking a los campos es algo que resulta incluso antinatural. Tampoco había que ir a las salidas de pata de banco que en ocasiones hacía por ejemplo Jesús Gil y hacían que los grupos ultras se pusieran como motos. Ni un lado ni otro. La realidad es que los medios lo pasamos fatal para sacar alicientes que motiven al personal. Parece que es un partido de guante blanco y que no pasará nada sea cual sea el resultado.

Unos opinan que la última palabra la tendrá la batalla entre Cristiano y Messi. Los más osados hablan y no paran de que la firma de Casillas o Víctor Valdés va a condicionar a sus compañeros. Para mí el epicentro será el centro del campo en función de los sistemas tácticos. El año pasado Juande quedó en evidencia. No se atrevió a jugar como le apetecía. Dando el balón a los azulgranas y saliendo a la contra. A Pellegrini le gusta la contra, pero sabe que Florentino con esta posibilidad se pone de los nervios. La batalla de Xabi Alonso y Xavi Hernández va a ser fundamental y luego donde coloque cada uno sus líneas de presión. Si el Barça la mantiene tan adelantada, la defensa blanco lo pasará mal para sacar el balón jugado. La replica visitante puede sufrir si al final Piqué no puede salir en el once titular. La teoría indica que la diversión está asegurada y para el resto de los mortales sería más que importante que para el futuro las diferencias económicas no sean tan abismales y que al final puede existir mayor competencias, ya que sin artistas que hablen más de la cuenta y con sus buenas dosis de ironía y partidos que se conoce su resultado antes de saltar al campo, al final vamos a tener que cerrar el kiosco.