Tarjeta roja

EL MITO DE LA PREMIER SE DERRUMBA:
LIVERPOOL Y MANCHESTER UNITED
ESTÁN MÁS TIESOS QUE LA MOJAMA

Parece que la crisis económica incluso ha llegado a los poderosos Reyes Midas de Inglaterra. Salvo el caso del Manchester City el resto está pasando serios problemas económicos y se anuncia un verano más que caliente. La otra excepción es el Chelsea de Abrahamovic, que todas las temporadas cierras con números rojos, y que solamente las inyecciones de libras esterlinas que inyecta el jefe les permite estár en la élite. En el Liverpool, y si al final no llegan a la Champions, los dueños nortemaricanos parece que lo tienen claro. Van a vender a su tesoro más preciado que es Fernando Torres. No han conseguido tampoco la autorización para el nuevo estadio y necesitan tener la tesorería llena a cualquier precio. En cuanto al Manchester del todopoderoso Ferguson tampoco las aguas bajan tranquilas, y todas las noticias que hablan de la posible salida de Rooney hacia España, concretamente Florentino lo tiene en su agenda de supergalácticos es la solución que tienen para poder seguir entre los mandones ante los problemas de falta de liquidez que vienen arrastrando.

Si los parámetros actuales se mantienen parece que España no solamente va a ser el paraíso deportivo futbolístico. También en cuanto a la hora de los dispendios monetarios ya que tanto Real Madrid como Barcelona, los azulgranas en pleno proceso electoral van a soltar muchos euros para conseguir grandes fichajes como los de Cesc, son los que más animan a la hora de traer nombres de estrellas a sus filas. Llegan tiempos de bonanza, ya que ni en Italia, Francia o Alemania existen ni siquiera proyectos que se puedan codear con los nuestros. El problema será no perder el sentido de la equidad y controlar el gastos en cuanto a los sueldos de las plantillas y que siguen siendo en la mayoría de las ocasiones la gran parte de los presupuestos de los clubes, sin olvidar que estos tiempos de alegría económica solamente lo puedan hacer los dos grandes, ya que están con la política de seguir apretando el cinturón, pues no están ni siquiera para poder hacer algún extra adicional.