Personajes con historia

RAÚL ES MÁS MADRIDISTA QUE EL ESCUDO
Y LUIS ES EL ICONO DE LOS COLCHONEROS
No me gusta y no me parece justo. Están machando a Raúl y la bandera blanca de los últimos diez años está siendo maltratada por sus jefes. Ni Florentino, Valdano, Pellegrini y hasta el propio vestuario están teniendo con el eterno siete el trato que se merece. Nunca he sido un devoto suyo en cuanto a calidad, ni me he sumado al orfeón de pelotas que no se cansaban de pedirle el Balón de Oro. Sus números son otra cosa y hay que rendirse a la evidencia. Su espíritu ha impregnado los títulos blancos de las últimas campañas y no ha dudo en ir a la guerra cuando había que defender a su gente. No estuvo bien en la selección con Luis, pero el mejor escribano puede tener un borrón. Los que mandan deberían rendirse con Raúl, hablar con él, llegar a un consenso y encontrar una solución que a la vuelta de unos años le permita regresar a la entidad por la puerta grande y en el puesto que se merezca y que seguro será muy positivo para los intereses blancos. Sería un lujo desprenderse de él. Ahora que la cantera es muy disparate y nada funciona, la posibilidad de que fuera el encargado de educar a los críos e inculcarles la importancia del escudo blanco sería todo un pelotazo para el presidente.

En la otra cera hay que situar a Luis Aragonés. Es una injusticia que el Atlético no lo sepa valorar y que ya hace tiempo le tenía que tener como el máximo mandamas de la parcela deportiva. Estoy convencido de que ha dicho no al Sevilla, pues no le gustaba ganar la Copa a los rojiblancos y dar una profunda decepción a una hinchada que siente como de su propia familia y que lleva más de catorce años en el infierno. Luis es tan importante como el escudo y como en su día tendrá que ser Fernando Torres y nadie les puede dejar de lado. Es el momento de tomar las decisiones con cierta sensatez. Basta ya de peleas personales. Luis es historia del fútbol español, atlético y, en especial, colchonero, y se merece el reconocimiento que se ha ganado a pulso desde hace ya mucho tiempo.