lunes, 22 de febrero de 2010

Los sufridores

A LA ESPERA DE LA BURBUJA FUTBOLERA Y ESPAÑA TIENE QUE BUSCAR MAYOR COMPETITIVIDAD
Es para que el fútbol español se lo haga mirar. A falta de quince jornada para acabar la liga, tanto Barcelona como Real Madrid sacan más de diez puntos al tercer clasificado. La denominada mejor liga del mundo pierde fuerza. Salvo los dos grandes, que cuenta con todos los apoyos oficiales, el resto anda más que tieso. Hasta un modelo como el Villarreal se va a tener que apretar el cinturón. El problema es que los aficionados en cualquier momento pueden decir basta. Sin emoción se pierde mucho de la garra de este deporte y lo que es peor cuando salimos por Europa nos quedamos con cara de pasmados. Si hasta el topoderoso conjunto de Florentino quedó retratado ante un Olympique de Lyon que no se parece en nada al de años anteriores. Solamente el pabellón lo siguen manteniendo muy alto, el Barça de Guardiola -no es el mismo del año pasado ya que Ibrahimovic está enseñando las garras que provocaron su expulsión de Italia- y sobre toda una selección española, en la que Del Bosque sigue manejando mejor que nadie el legado de Luis, y no es cuestión de ser más papanatas que nadie. Son los grandes favoritos para el próximo Mundial por el fútbol que practican y el hambre que tienen sus iconos sagrados como Casillas o Xavi de pasar a la historia.

Astiazarán, Villar y hasta el propio Consejo necesitan hacer unos ejercicios espirituales y adoptar medidas o cambios que permitan seguir con vida a la gallina de los huevos de oro. Es que hasta el márketing de Cristiano o Messi también terminan por cansar. Se olvidan de sembrar entre los niños con esos horarios a las diez de la noche, o la tele los viernes y los lunes. Nadie obliga a que los productos nacionales tengan su hueco en el once titular y sigue apostando por fichajes de extranjeros que no aportan nada. Las canteras son un mal necesario que solamente miman unos pocos. Los sueldos se disparan y si hay problemas ley concursal al canto y se oficializa la trampa deportiva y económica. Nadie presenta o enseña caminos nuevos y los que saben de esto aseguran que los números rojos y ahora dudo mucho que el Gobierno y el ambiente general esté por la labor de tapar los agujeros. Es el momento de apagar un bombazo que puede hasta cambiar el ambiente deportivo a nivel mundial, ya que ni en Inglaterra se anuncian tiempos de excesiva bonanza.

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